No va por ti. No es por ti.
Ni por tus ojos forestales. Y pensar que cuando estás triste, secan. Desiertos.
No va por ti. No es por ti.
Ni por tu silencio que me pregunta si estás bien.
No va por ti. No es por ti.
Pero, por Dios, ojalá quisieras creerte que sí.
A saber...
Cómo serán tus pies.
Cómo será cuando dices tonterías.
No va por ti. No es por ti. Va por mí y es por mí. Para curarme.
porque aún estás difuminándote cuando deberías estar abajo. Ahogándote. Llorando.
(¡No! No.
No, no.Ella no. Sólo quiero conservar este recuerdo.)