3.12.13

Siempre imagino a unos niños que no se parecen a nosotros


Las cosas se hacen eternas. Y te tenía en mi eternidad.
Soplándome a los pelos de las piernas
que tenían casas erizadas para animales de montaña.
Ya sabía que no te gustaba.
Aún en el disgusto no queríamos parar, nadie lloraba y éramos eternos.
Solos eternamente. Mientras tus pupilas pestañeaban.
Masticabas mis mandíbulas con los dientes de los ojos. Y lo parecía, parecía que estábamos divirtiéndonos. 
Mas suponía que no valía sólo para eso. Si esperabas después de tragarte mi imagen. 



ira ira ira ira ira ira ira ira ira ira ira ira  ira ira ira ira ira ira